Y cuando desperté, el país ya no estaba ahí...

Me temblaron un poco las manos. Me costó trabajo darme cuenta de lo que estaba viendo. "No mames güey... son... cuerpos..." fue lo primero que pude decirle a mi compañero de trabajo antes de mostrarle la foto y quedarme sin palabras por unos minutos. Después sentí un mareo... de esos mareos que hace ya muchos años no sentía. Esto es lo que estaba viendo:

No puedo dejar de pensar en esa imagen. Sigo profundamente impactado no sólo por la frialdad con la que están ahí desparramados lo que, según informes no oficiales, son 28 cuerpos. La impresión más fuerte es que alguien hizo eso; alguien tuvo que matarl@s; alguien tuvo que atarl@s; alguien tuvo que matarl@s; alguien tuvo que subirlos a ese camión; alguien manejó con esa carga por un tiempo que más bien debe haber sido largo; alguien detuvo el camión; alguien bajó en plena avenida; alguien abrió las puertas; alguien distribuyó los cuerpos sobre el pavimento......

En el camino hacia acá no podía dejar de pensar "¿Quién rayos puede hacer eso? ¿Cuándo llegamos a esto? ¿Porqué permití que sucediera? ¿Pude haber hecho algo antes para que cosas como ésta no sucedieran?" Hice memoria de eventos recientes y no encontré respuestas. Pensé y culpé a Duarte del hecho. Culpé a las autoridades. Culpé a los medios. Culpé a cuanta entidad abstracta responsable vino a mi mente. Hasta que recordé cierta carta cadena que se convirtió en video hace poco y una nota que encontré en facebook.Entonces la pregunta cambió: ¿Cuándo comenzamos a odiarnos tanto? ¿En qué momento dejamos de pensar que ese que está enfrente es una persona idéntica a mí y no un enemigo a vencer?

Hace un rato, un pensamiento repugnante cruzó por mi mente, pero estoy casi seguro que algo así no es nada disparatado: ya tienen o están haciendo la portada de El Gráfico de mañana: una panorámica que abarque la mayor cantidad de cuerpos posible junto a una modelo enseñando unas mal logradas nalgas en una pose sexy. Y esa será la edición más vendida mañana.  Miles y miles de mexican@s comprarán ese periódico sólo por ver qué más se alcanza a ver. Y lo más grotesco de todo, es que no sabrán qué es lo que les gusta más: si las tetas de la carne posando o las deformaciones y la carne podrida de los cuerpos de l@s ejecutados. ¿Quién sabe? A lo mejor hay un par de viejas entre l@s muertos y se alcanza a ver una chichi... total... es carne... ¿Quién tiene la culpa de ésta MIERDA? ¿Peña Nieto? ¿Duarte? ¿Calderón? ¿García Luna? ¿Echeverría? ¿Díaz Ordaz? ¿López Obrador? ¿Cordero? ¿Ebrard? ¿Bartres? ¡Cúlpenlos! Ellos son los que tienen al pueblo en éstas condiciones! Claro. Ellos están vendiendo el gráfico en el metro y en los puestos de periódicos; le hacen publicidad cada que salen en la televisión; lo llevan bajo el brazo todos los días y ellos dictan lo que la gente compra.

Ya estoy leyendo a aquéllos que dirán que el pueblo se traga lo que le den; que la culpa es de la gordillo por el asqueroso sindicato; otr@s culparán a los 70 años de priísmo; unos más le echarán la bolita a los 2 sexenios panistas; seguro podrá colarse algún hiperultraizquierdoso que dirá que es culpa del capitalismo salvaje y la libreralización/sobre regulación del mercado y los planes neoliberales de control mundial y los sionistas que están aliados con los illuminati. Much@s defenderán su tesis a capa y espada, tachando de panistas/priístas/perredistas/rojillos/comunistas/hippies/blandengues/fascistas/nazis/neonazis/ a quien ose contradecirl@s. Bueno, para que se den vuelo de una vez, mi tesis es que la culpa la tenemos tod@s y cada uno de nosotros. Por estar siempre esperando que UN caudillo ungido con el poder universal nos diga qué tenemos que hacer con nuestras vidas. Alquien que nos diga qué es bueno y qué es malo. Y que, por encima de todas las cosas, haga todo lo que nosotr@s deberíamos hacer. Porque seguimos culpando al que está arriba de las pendejadas que hacen los de abajo. Porque seguimos siendo incapaces de responzabilizarnos de nuestros actos.

¿Porqué no pensamos que todos esos narcos, asesinos, violadores, gobernantes, diputados, senadores, sicarios, coyotes, corruptos, presidentes, alcaldes, líderes sindicales, empresarios, mafiosos, oligarcas tienen o tuvieron madres, padres, tí@s, abuel@s, herman@s, amigos, maestr@s que los hicieron o permitieron que se convirtieran en lo que son? ¡Carajo! No llegaron por generación espontánea; no bajaron del Olimpo ni ascendieron del Hades; no los creó con ingeniería genética un gran poder malévolo. Nacieron como tod@s; crecieron en tu barrio; fueron contigo a la escuela; jugaron futbol con frutsis; se rompieron la madre en una avalancha contigo; fumaron cigarros a escondidas y se ahogaron las primeras veces; subían a árboles para ver qué se sentía. Son tan humanos como tú, como yo y como todos los demás. 

¿En qué momento se convirtieron en lo que son ahora? No hubo un momento. Hubieron miles. Cuando la mamá o el tío le celebraron el que le dijera "puto" a su hermano; cuando se carcajearon de que se robó la revista en el supermercado; cuando sólo le dijeron "no lo vuelvas a hacer" la décima vez que golpeaba a otro niño en la escuela porque quería el lápiz que tenía el otro; cuando se dieron cuenta que se quedaba con el cambio de las tortillas y no le dijeron nada "porque nomás son 2 pesos"; cuando empezó a "ganarse su dinerito" vendiendo cosas que nadie veía ni sabían de dónde venían, pero ya era "un gasto menos y ayuda con la casa"; cuando el papá se sentía orgulloso de que toda la cuadra le tuviera miedo "porque mi'jo es bien cabrón pa'l putazo"; cuando se bromeaba acerca de robarse a la novia o ponerle unos cates "pa que sepa quién manda"; cuando a la niña la obligaban a servirle a sus hermanos y a comer menos o a no comer; cuando admiraban al "nuevo rico" de la cuadra pese a que era bien sabido que su fortuna provenía de corruptelas/narco/robos/asaltos/homicidios.... miles y miles y miles de momentos que fueron construyendo personas que no tienen respeto por nada más que por el poder (por muy insignificante que sea) y por el dinero.

¿Qué hacer? Porque no quiero que éste post se convierta únicamente en una catarsis en donde todo se escupe y no se propone nada. Dejemos de esperar que el cambio "llegue", que la paz "se manifieste"; que la corrupción se "termine". ¿Quieres que hayan cambios? ¡CAMBIA! Usa las herramientas que tienes a la mano. Si estás leyendo ésto, tienes internet y eso significa que tienes cientos de medios para influir en tu comunidad, tu vecindario, tus amigos, tu familia y sí, hasta en tu gobierno. Publica tus ideas. Lee ideas de otros. Asiste a reuniones virtuales. Organiza acciones vía internet. Crea un blog de lo que sea. Busca las cuentas de twitter/facebook de tus conocidos y sugiéreles sitios que despierten conciencias, que los informen de lo que está pasando.(Ideas en proceso)