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6.08.2006

Con eso de que se pueden tirar helicópteros a pedradas...

Ésta si no puede pasar desapercibida. No es posible ignorar tan cruel signo de inhumanidad:
El secretario general de gobierno del estado de México, Humberto Benítez Treviño, puso en duda que la causa del fallecimiento del joven Alexis Benhumea fuera resultado de un proyectil de gas lacrimógeno disparado por la Policía Estatal el pasado 4 de mayo
"Tenemos que esperar los resultados de la necropsia", para saber si las heridas de Alexis fue ron producto de "una piedra de sus compañeros o fue, como se ha dicho, una granada de gas lacrimógeno?, apuntó.
¿Cómo se atreve este pusilánime (dis)funcionario público a decir que el estudiante pudo haber sido herido por una piedra "de sus propios compañeros"?

No soy criminalista. No soy médico. Soy un ciudadano con un poquitito de sentido común. Si a una persona le revientan la cabeza hasta tenga derramamiento de masa encefálica con una piedra, ¡el lanzador debería estarn en las grandes ligas del beisbol y no vendiendo flores en San Salvador Atenco! ¿Qué cree el dichoso (dis)funcionario que éstas personas están tan mal de sus facultades mentales como la policía que está protegiendo?
Adelantó que el lunes entrante se darán a conocer las primeras sanciones administrativas a los policías que incurrieron en abusos en los operativos de principios de mayo anterior, y justificó el retraso del castigo con el argumento de que es difícil identificarlos porque "todos se parecen".
De verdad que el personaje parece salido de una historieta de baja calidad. ¿Todos se parecen? ¿Cómo? ¿Como todos los políticos en lo corruptos? ¿O es que no han decidido entre ellos quiénes van a ser los chivos expiatorios que nos van a ofrendar al pueblo para apaciguar nuestra ira?

No es permisible la insensibilidad de ésta lacra social que ha trepado al poder y de ahí, viéndonos hacia abajo, intente hacernos creer falacias tan absurdas. Lo único que éste tipo de declaraciones pueden provocar, en el mejor de los casos, es multiplicar nuestro desprecio por las asquerosas "autoridades" que son las encargadas de cuidar de nuestro bienestar. De seguir las cosas como van en éste conflicto, Atenco se puede convertir en el siguiente Dolores y al grito de "Todos somos Atenco" llevar a un conflicto de proporciones catastróficas para nuestra ya tan sometida y dolida sociedad.

Espero en realidad que comentarios de este talante sean rectificados pronto, ya que la sociedad merece no sólo una disculpa pública, sino que dejen de tratarla como un ente sin entendimiento ni capacidad de razonamiento.

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