Hoy es el cumpleaños de mi ma. Hoy no lo celebraré no porque como casi cada año lo haya olvidado. No le llamaré porque haya tenido otra cosa "importante" que hacer. No... este año es diferente... es el primer año que ella no estará aquí.
Éste año no importa que desde ayer lo haya recordado. No tuvo caso recordarlo al despertarme y cada vez que recuerdo la fecha. No puedo ya felicitarla, llevarle un pastel o un regalo; llevarla a cenar o invitarle un café; darle un abrazo y decirle "te quiero mucho ma, que tengas muchos más"; no puedo hacer nada... nada que no sea recordar la gran cantidad de momentos que tuvimos, todas las veces que sí pude decirle lo mucho que la quiero, traer del pasado los abrazos, los besos, las horas viendo tele haciéndonos piojito, los momentos en que la hice y me hizo reír hasta que el estómago nos dolía, los momentos en que abrimos nuestros corazones y nos mostramos tal cual éramos y nos consolamos en nuestras penas, las veces que me defendió y las que la defendí, los planes que alguna vez tuvimos y que desgraciadamente en eso quedaron, en planes; aquel día de helado flojo hace más de 12 años cuando mi hermano, varios amigos y yo le hicimos una fiesta sorpresa y compramos helado para hacer en casa que quedó más aguado que atole... y que con todo y lo desagradable que se veía se puso a comer con nosotros feliz de que hubiéramos hecho ese esfuerzo... todos esos momentos que aproveché al máximo y nunca nadie nos podrá quitar. Todo lo que siento hoy y cada momento que he pensado en ella desde que partió es lo único que éste año y los que vienen podré darle.
Sé muy dentro de mí que en el lugar en el que estás has visto que no ha habido día que no te recuerde; que me faltan palabras y oidos para decir cuánta falta me haces y que, pese a todo, siempre has sido lo más importante para mí; las lágrimas que he derramado por tu partida y saber que el camino que sigue delante de mí tendré que recorrerlo lejos de tí, con tu compañía, pero sin tu presencia. Desde que te fuiste no me había sentido tan solo como hoy. Quisiera poder volver a abrazarte y pedirte perdón. Sabes desde allá que te llevo siempre a mi lado. Sé que no me has dejado y, como me dijo una amiga, un ángel me espera en una nube allá arriba.
Cuídate mucho ma. Abrázame por favor ésta noche para sentir tu consuelo y saber que, aunque me siento tan solo, no lo estoy.
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